Leer …¿Para qué?

AVISO:  
Le comento que la serie ¡ A LEER ¡ Textos para la competencia lectora está por llegar a los Centros Trillas en la segunda semana de septiembre (a más tardar el lunes 14 de septiembre del presente 2015)
¡Llame por teléfono desde ahora al Centro Trillas más próximo a su localidad!
Si desea conocer la ubicación del Centro Trillas más próximo a su localidad,(su domicilio y teléfonos) busque y haga “clic” en el recuadro “Red de distribución y venta que aparece al finalizar la columna derecha del portal del Blog.
Humberto Cueva.

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Leer…¿Para qué? La competencia lectora  desde PISA

Por Salvador Saulés *

¿Cómo puedo mejorar la competencia lectora?

 Salvador Saulés  plantea la pregunta en tres dimensiones: los textos, los procesos y las situaciones, de acuerdo con el enfoque de PISA.

Textos

Los textos o materiales de lectura están organizados de diversas maneras. Por su tipo textual: narración, exposición, descripción y argumentación. O a partir de la forma en que se presenta su contenido: continuo, discontinuo o mixto.

Cuando los textos están organizados en oraciones que a su vez se reúnen en párrafos que pueden incluirse en estructuras más amplias como secciones, capítulos o libros, se habla de textos con formato continuo. Ejemplos de este formato textual se pueden encontrar en reportajes de periódicos, artículos (de opinión o divulgación), entrevistas, ensayos, novelas, cuentos, revistas, cartas, entre otros.

Los textos con formato discontinuo están organizados a partir de información que se presenta de manera no secuencial. Los ejemplos característicos de estos textos son los siguientes: tablas y cuadros, gráficas, esquemas, líneas de tiempo, anuncios, horarios, catálogos, formatos, mapas, infografías, índices de contenido, etcétera.

El formato mixto es una combinación entre el formato continuo y el discontinuo. Los textos que presentan este formato son, por ejemplo, una gráfica o una tabla con su respectiva explicación en prosa. Estos textos aparecen frecuentemente en revistas, en libros de consulta o en informes.

Situaciones

Los textos se pueden clasificar, además, por el público al que van dirigidos, y por los usos y propósitos para los cuales su autor los creó. PISA considera cuatro situaciones.

1) La personal se relaciona con textos que buscan satisfacer los intereses del individuo, por ejemplo, cartas personales, lecturas de ficción, o materiales pensados para saciar alguna curiosidad dentro del tiempo de ocio, como examinar una cartelera cinematográfica.

2) La pública corresponde a los textos relacionados con actividades e intereses sociales, por ejemplo, documentos o formatos oficiales, o carteles informativos sobre acontecimientos públicos. Estos textos no se dirigen a alguien en particular, sino a públicos más amplios.

3) La educativa se vincula con los textos diseñados para una tarea de aprendizaje, por ejemplo, el libro escolar con textos de todos los formatos preparados para ser leídos tanto en el salón de clases como en casa. En esta situación, los textos no son elegidos por el lector, sino por el profesor.

4) La laboral alude a los textos dirigidos al mundo del trabajo. Puede ser alguna solicitud de empleo, la sección de anuncios clasificados donde se ofrece alguna vacante, o algún instructivo o manual que se requiera comprender para resolver alguna tarea más o menos inmediata.

Procesos

Los procesos cognitivos están determinados por la forma como los lectores se relacionan con los textos.

Acceder y recuperar implica habilidades asociadas a buscar, seleccionar y reunir información. Los lectores acceden a un espacio textual (por ejemplo la página de un libro, una tabla o una lista) en donde se ubica la información que necesitan. Recorren ese espacio en búsqueda de la información requerida hasta encontrarla, la seleccionan y finalmente la obtienen.

Integrar e interpretar requiere que el lector comprenda la relación entre diferentes partes de un texto, así como demostrar y entender su coherencia. Interpretar hace referencia al proceso de darle sentido a algo que no está completamente referido, para lo cual el lector identifica las suposiciones o implicaciones que subyacen en una parte o en todo el texto.

Reflexionar y evaluar implica aprovechar el conocimiento, las ideas que están más allá del texto con el propósito de relacionar la información proporcionada en él con los propios marcos de referencia del lector, ya sean conceptuales o basados en su experiencia.

Entonces, ¿para qué leemos?

En su definición de la competencia lectora, PISA incluye algunas de las razones y usos centrales que llevan a la práctica de la lectura: “La capacidad de un individuo para comprender, emplear, reflexionar e interesarse en textos escritos con el fin de lograr metas propias, desarrollar sus conocimientos y su potencial personal, y participar en la sociedad” (INEE, 2010: 44).

Es cierto que el fin último de la lectura es la comprensión, es decir, la construcción del significado del texto. No obstante, esta comprensión se alcanza a partir de distintos caminos establecidos por las razones y usos de la lectura. Así, se puede leer para hallar alguna información o para confrontar las ideas previas del lector con las ideas vertidas en un texto. Son múltiples las situaciones, los contenidos, los distintos formatos o tipos de los materiales de lectura que juegan un papel central cuando las personas eligen, por múltiples razones, dedicar una parte de su tiempo a la lectura.

Entonces, ¿para qué leemos? ¿Cómo organizar las distintas razones y los diferentes usos que hacemos de esta actividad? El trabajo no es sencillo. PISA aclara que los individuos, a lo largo de sus vidas, se encuentran en diversas circunstancias en las que la lectura representa un papel específico. Pero no sólo hay diferencias temporales. Los intereses de las personas pueden ir desde lo privado a lo público, de la escuela al trabajo, de la educación formal al aprendizaje continuo, de la participación individual a la participación como ciudadano activo.

Por un lado se puede utilizar la lectura como una herramienta para satisfacer necesidades concretas, definidas y relativamente individuales como la lectura para fines de aprendizaje tanto escolar como fuera de la escuela. Cerca de este punto se encontraría la lectura de entretenimiento utilizada para ocupar los espacios de ocio del individuo. En el otro extremo se ubicaría la lectura que se utiliza en ambientes laborales, la lectura para el trabajo. En algún otro punto, no tan lejano, se encontraría la lectura para fines más pragmáticos o utilitarios como ir al súper o comprar un boleto de autobús.

Pero un individuo lee también para informarse, para entender, comprender y aprender acerca de su contexto social y así contribuir activamente a la vida de su comunidad, tanto a nivel familiar como social: “las personas letradas, por ejemplo, encuentran más fácil moverse en complejas instituciones tales como sistemas de salud y oficinas de gobierno; y pueden participar de manera más plena en las sociedades democráticas, tomando decisiones informadas cuando votan. La participación también puede incluir una postura crítica, un paso a la liberación personal, a la emancipación y al empoderamiento” (OCDE, 2009: 24).

Si ampliamos la mirada y aprovechamos una visión más ligada a la perspectiva sociocultural, podemos sumarnos a L. Resnick, quien propone explorar precisamente las diversas situaciones en las que las personas se interesan por la lectura de textos. Esta investigadora ha estudiado un amplio rango de situaciones o actividades letradas de las cuales ha elegido tres categorías que presentan una mayor importancia en el ámbito escolar: la lectura para hacer,la lectura para informarse y la lectura para entretenerse.

*Saulés Estrada, Salvador(2012), Leer…¿Para qué? La competencia lectora  desde PISA, México: INEE.

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Acerca de humbertocueva

Humberto Cueva García se tituló en la Escuela Normal “Miguel F. Martínez” de Monterrey, NL. Profesor de escuelas primarias y secundarias, tiene grado de maestría en Español por la Escuela de Graduados de la Normal Superior , en la cual ha impartido cursos de didáctica y literatura contemporánea. Asesor técnico-pedagógico de la aplicación y seguimiento del Programa de Español en escuelas secundarias de Nuevo León . Desde 1992 es autor de libros de texto de Español para primaria y secundaria editados por la Editorial Trillas. Conductor de talleres de actualización docente a nivel nacional y regional invitado por la SEP de 2006 a la fecha.
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4 respuestas a Leer …¿Para qué?

  1. Juan Fermín Mota Cruz dijo:

    Saludos Mtro. Aquí esperando los libros. Y me pregunto si puedo adquirirlos digitales también. Gracias.

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  2. Leer ¿para qué? y como mejorar las oportunidades de lectura y comprensión dentro de las aulas, una tarea nada fácil; ya que al menos es una prioridad a resolver hasta en las escuelas más elogiadas por sus altos desempeños en X exámenes y no se diga en las escuelas públicas, ya que la comprensión lectora aparece como un problema a resolver en la Ruta de Mejora de cualquier centro educativo.
    Leer ¿para qué?; es una pregunta muy ambigua (desde mi punto de vista) y nos topamos con diferentes realidades, lo que implica para un director que los alumnos de su escuela lean, lo que significa para un maestro que sus alumnos desarrollen una comprensión lectora cada vez mejor y como lograrlo, la de los alumnos de secundaria: ¿ qué piensan en torno a la lectura? ¿porqué no comprenden lo que leen?, Y si alguien les explica la lectura ¿por qué no retienen su contenido o no son capaces de comentar acerca de ella sin repetir datos de la misma?, y lo que los organismos nacionales e internacionales consideran que es un lector calificado o no, en base al grado y a la edad del mismo. Una maraña de situaciones que hay que tener bien planteada y acorde a las particularidades de nuestro plantel, si es que ya decidimos que vamos a mejorar en este punto.
    Volviendo a los alumnos de secundaria; considero que es muy extremista la afirmación de que no leen, al observarlos, en realidad ; si leen, lo que hay que preguntarnos es que tipos de texto están leyendo o escribiendo y si hay modelos saludables a su alrededor que despierten el verdadero interés por la lectura (no se puede exigir , lo que no se tiene) y no solo en el aula (profesores), en su casa (padres de familia) ,con sus pares (amigos o compañeros) pero sobre todo que están leyendo en la red, en donde para acceder se necesita leer, porque hasta los videos se leen.
    Y entonces ….. leer ¿para qué?.

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    • Estimada Claudia Cañamar:
      Me emociona tu comentario. Me acabas de imponer un guión para investigar acerca de tus preguntas.
      Por lo pronto me gustaría precisar que siempre he defendido el punto referente a que los alumnos si leen, y también «…hay que preguntarnos qué tipos de textos están leyendo o escribiendo…»
      «Leer …¿para qué?», ciertamente es una pregunta que puede responderse desde diversas realidades, como por ejemplo, la realidad escolar. Justamente , estoy trabajando en «Autoevaluación diagnóstica de comprensión lectora» para desenmarañar condiciones «sitiadas» en cada escuela.
      Te invito a conocer mi texto: «Español: Asignatura pendiente», un recuento histórico que tiene mucho que ver con la pregunta «Leer …¿para qué?»
      «Y entonces ….. leer ¿para qué?» es una pregunta que ha llevado un servidor como una soga arastrando al cuello durante décadas de investigación y, desde hace cinco años, he compartido un trabajo editorial con un equipo de pedagogos de la UNAM liderareado por Nora Fuentes.
      Durante las próximas semanas expondré la fundamentación pedagógica del trabajo recién publicado :¡ A LEER!
      Me gusta recibir tus comentarios y quiero agradecete tus observaciones.
      Espero más comunicación contigo sobre estos temas cuyo interés compartimos.
      Con mis más afectuosos saludos: Humberto Cueva

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